¿Cómo fortalecer una microempresa mientras Ecuador se recupera de los efectos de la pandemia?
Escrito por: Sebastián Chiriboga*
Sobran las palabras para describir los nefastos efectos de la presencia de la COVID 19 en la microeconomía ecuatoriana. Desde el 16 de marzo de 2020 hasta el 07 de julio de 2021, según datos del Ministerio de Producción y Comercio Exterior, desaparecieron 22.000 empresas que operaban en el territorio nacional, con pérdidas en ventas de alrededor de $14.500 millones de dólares, generando pérdida de empleo y ralentización de la economía, puesto que el dinero dejó de circular por la disminución en el gasto general. Esta contracción se siente más fuerte en el sector emprendedor, que, generalmente, carece de herramientas y liquidez para tomar decisiones que le generen resiliencia frente a la situación actual.
Entonces, ¿Cómo sobrevivir en un mercado donde la gente no tiene holgura para gastar? La respuesta no es sencilla, puesto que pone a prueba la capacidad de enfoque del microempresario. La presión que ha ejercido la pandemia, de forma permanente estos 16 meses, en toda la estructura social contemporánea, ha generado cambios profundos en la forma de relacionamiento, prioridades de los individuos y su forma de consumir. Las redes sociales, gestores de negocios vitales para las empresas, se consolidaron como canales de comercialización en línea viables, que han puesto en una situación incómoda al sector de retail tradicional, quienes han tenido que innovar en sus procesos de comercialización y relacionamiento con clientes para mantener su presencia dominante en el mercado.
El relacionamiento e identificación del cliente ideal, aquel con el que se puede trabajar a largo plazo porque tiene las condiciones para apreciar y consumir el producto o servicio que el emprendedor oferta, es una definición estratégica correcta para optimizar gastos y enfocar los esfuerzos de la empresa a un objetivo concreto.
Esta identificación se logra mediante el análisis efectivo de aquellos individuos que suelen consultar con mayor frecuencia por la disponibilidad de nuestra oferta; esta persona representa un mercado con costumbres, características físicas y emocionales, y otros rasgos comunes con otros individuos que podrían compartir el interés por aquello que nuestra empresa ha definido como una forma de monetización; es decir, oportunidades para vender más. Aquellos rasgos son información valiosa para comprender los intereses del cliente ideal y así generar líneas estratégicas que ayuden al negocio a vender mejor.
Las ventajas de adoptar esta política de cliente ideal son la optimización de productos, que deben ser diseñados a medida según las necesidades del consumidor, lo que disminuye desperdicios y genera mejor relacionamiento con el mercado objetivo, además de facilitar la construcción de estrategias de marketing para resultados más efectivos, elevando las ventas y fidelizando a los clientes.
En ese sentido, la aplicación correcta de la estrategia de marketing, empezando por la selección adecuada de la red social que se va a utilizar, se conforma como un embudo donde la captación de todos los clientes potenciales empieza por la oferta de contenido de valor, que genere interés, utilizando lenguaje e imágenes que garanticen empatía del mercado objetivo con el producto o servicio, y lo lleven a botón de pagos digital para cerrar la venta; la diversificación y facilitación de métodos de pago, es sin duda una manera de garantizar la captación de un cliente.
Por otra parte, es importante destacar que el país se encuentra en un proceso de reactivación donde se evidencian esfuerzos individuales y conjuntos del sector público y privado, para impulsar la economía; en ese sentido, las agremiaciones o asociaciones, representantes del sector empresarial, son un respaldo interesante a considerar por las pequeñas empresas, puesto que son una solución para acceder a relacionamiento e iniciativas que le abran oportunidades de comercialización a nuevos mercados, conocimiento de gestión empresarial y posibilidades de financiamiento.
La consolidación de un sector económico se logra mediante la unidad de aquellos que conforman su cadena de valor.
En conclusión, los retos presentados por la situación actual, si bien son complejos, pueden ser superados con la actitud correcta del emprendedor. Un liderazgo efectivo mediante la definición de objetivos y políticas concretas, sumado a un enfoque de mercado (cliente ideal) adecuado, métodos y facilidades de pago, además del respaldo de anclas empresariales, pueden ser una fórmula ganadora que garanticen la resiliencia requerida, todo depende de la capacidad de decisión y ganas de construir una gran empresa, atrás del futuro empresario.
*Máster en emprendimiento y especialista en administración de empresas por la Universidad de Alicante. Coordinador del Comité Empresarial Ecuatoriano. Jefe de marketing de la Fundación Museos de la Ciudad. Emprendedor y cocreador de Moveo y Purify.